obesidad

Una enfermedad crónica es aquella que dura durante mucho tiempo o durante toda la vida. Se trata de enfermedades que no ponen en riesgo (a corto plazo) la vida de las personas que la padecen pero que sin embargo pueden ser extremadamente graves incluyendo la muerte.     Dentro del concepto enfermedades crónicas también se incluyen todos aquellos trastornos en los que un mismo síntoma existe de forma continuada y que a pesar de no poner en riesgo de forma directa la salud física, afectan severamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Por los motivos arriba mencionados , la obesidad se ha convertido en una enfermedad crónica. Se trata de una enfermedad que de forma directa no suele estar relacionada con la mortalidad pero sí de forma indirecta dado que el sobrepeso se asocia a una mayor probabilidad de sufrir diferentes enfermedades entre ellas  enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diferentes tipos de cáncer algunos de ellos mortales como el cáncer de colon. Además de esta amplísima y demostrada relación con un gran número de enfermedades, el sobrepeso y la obesidad limitan la calidad de vida de quienes la padecen en diferentes áreas. En algunos casos se trata de aspectos físicos relacionados con una menor capacidad para desarrollar determinadas acciones, en otros casos se trata de problemas emocionales o psicológicos (ansiedad, estrés, falta de autoestima, depresión, etc…) que tienen que ver con el exceso de peso. Por todo lo anterior cuando existe un problema de sobrepeso es importante reflexionar sobre cuánto tiempo estamos dispuestos a convivir con una enfermedad que va a tener amplias repercusiones en nuestra salud. Acabar con el sobrepeso no es sencillo. Que no sea sencillo no quiere decir que sea imposible Hay personas que sí pueden conseguirlo por sí mismas cambiando determinados aspectos de su vida relacionados con los hábitos de estilo de vida y alimentación. Pero en otros muchos casos este objetivo es difícil de conseguir o al menos es complicado mantenerlo a largo plazo. Fundamentalmente porque la obesidad es crónica y a la larga ocasiona graves daños a la salud....

Esta frase es habitual entre muchas personas que padecen un problema de sobrepeso. Esto se debe principalmente a estos motivos: 1).- Por un lado existe cierta tendencia a percibir que se come menos de lo que realmente se come. En una investigación llevada a cabo entre pacientes determinó que los pacientes con obesidad registran entre 15-45% menos de las kilocalarías que consumen. 2).- Menor sensación de saciedad: Otro estudio* realizado entre 200 pacientes reportó que los niveles de saciedad que producían menús de 500, 800 y 1000 kilocalorías en pacientes con obesidad eran menores cuanta más obesidad había. Los sujetos con mayor obesidad percibían menor saciedad en todos los menús en comparación con los menos obesos. Esto explica que a menudo la persona no tenga sensación de haber comido mucho ni siquiera de sentirse satisfecho porque la percepción de las raciones entre personas con obesidad es diferente, ven más pequeñas las raciones que los no obesos. 3).-Las personas con sobrepeso no siempre ingieren grandes cantidades de comida sin embargo no es tanto la cantidad sino el tipo de alimentos que se ingieren. Si se comen alimentos altos en grasa o si se acompaña la comida de bebidas azucaradas, etc..aunque la cantidad sea mínima el alto contenido calórico propiciará el sobrepeso. En cualquier caso estas y otras cuestiones que afectan al sobrepeso se pueden solucionar con la ayuda de un equipo médico especializado en el tratamiento de la obesidad y con técnicas diseñadas para facilitar el control de los niveles de saciedad como el balón ingerible, balón gástrico, método pose o método apollo entre otras. Solicita cita informativa gratuita con nuestro equipo médico.   * Según estudio Percepeción de la saciedad de acuerdo al tamaño de las raciones de alimentos en pacientes obesos. Revista de Endocrinología y Nutrición 2000. ; 8 (supl):31....

El reflujo gastroesofágico es una enfermedad caracterizada por una sensación de ardor en la boca del estómago y también en el pecho habitualmente acompañada de otros síntomas como dificultad para tragar, laringitis, asma, alteraciones del sueño y el más frecuente: regurgitación (que ocurre cuando la comida retorna a la boca). El refljujo gastroesofágico trae consigo, además de numerosas molestias, un elevado riesgo de sufrir alteraciones del aparato digestivo (úlceras esofágicas, esófago de Barret, sandrado digestivo, etc..). Uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad es el sobrepeso. Por ello, la pérdida de peso es una de las mejores formas de evitar la enfermedad. Si con la pérdida de peso no es suficiente, desde hace poco existe una nueva técnica conocida como MUSE  (Medigus Ultrasonic Surgical Endostapler), que mediante un innovador instrumental médico de última generación permite llevar a cabo mediante endoscopia una  reconstrucción de la válvula esofágica sin incisiones externas que facilita un tratamiento a largo plazo del reflujo gastroesofágico.   Esta técnica para el tratamiento endoscópico del reflujo gastroesofágico , es una alternativa a la cirugía que aporta numerosas ventajas  entre ellas una mayor comodidad para el paciente y por supuesto menores riesgos asociados que la opción quirúrgica. El tratamiento con esta técnica puede aliviar a largo plazo y en muchos casos de forma permanente, los síntomas de la enfermedad lo que repercute sin duda en una mejora la calidad de vida de las personas que padecen reflujo gastroesofágico. Según un estudio el 73% de los pacientes tratados con el sistema MUSE mejoraron de forma mejora significativa su calidad de vida tras realizarse el procedimiento. El 85% redujo  la medicación, y el 65% pudo prescindir de ella por completo. Si padeces reflujo gastroesofágico no dudes en solicitar información gratuita sobre esta técnica. Si además padeces sobrepeso también podemos ayudarte a combatirlo con técnicas como el Balón Ingerible, Balón Intragástrico, Método POSE o Método Apollo todas ellas opciones endoscópicas (sin cirugía) de bajo riesgo y alta efectividad que han demostrado buenos resultados en el tratamiento del sobrepeso. ...

Cuando se trata de perder peso, hay muchos factores que pueden afectar al éxito para conseguir unos buenos resultados.El cerebro es en realidad el principal obstáculo.Todos sabemos lo que debemos hacer y lo que no para mantener unos hábitos saludables que impidan ganar peso sin embargo no siempre es posible evitar los mensajes que recibimos para ceder a la tentación.Incluso para los más cumplidores, en un momento dado un determinado alimento puede ser irresistible.Según diferentes estudios neurológicos en el momento en el que vemos comida apetecible determinadas hormonas de nuestro cerebro - como la grelina, hormona responsable de controlar nuestro apetito- empiezan a enviarnos señales para que comamos ese alimento que sabemos no debemos comer. En otras palabras, cuando vemos comida que nos gusta, nos sentimos extremadamente obligados a comerla. porque algunas hormonas nos invitan a ello. Además, desafortunadamente, nuestros cerebros probablemente estén programados para valorar mejor los alimentos altos en calorías.Un consejo para evitar comer alimentos altos en calorías que no convienen a la hora de mantener un peso saludable, es empezar a cambiar nuestra forma de ver los alimentos bajos en calorías y pensarpensar en ellos de manera más positiva, haciendo más atractivos los platos (no unas simples verduras cocidas), pensando en los beneficios que nos aportan y "viendo" este tipo de alimentos como auténticos aliados para ayudarnos a mejorar nuestra salud.Pero hay más obstáculos a la pérdida de peso.Otro de estos obstáculos son las tiroides. Según un estudio publicado en marzo de 2008 Archives of Internal Medicine, cualquier disminución en el funcionamiento de la tiroides se asocia con un aumento de peso. Cuando esta glándula en el cuello no secreta suficientes hormonas, puede resultar en tasas metabólicas más bajas (los síntomas incluyen fatiga y aumento de peso).Por eso, si a pesar de hacer todo lo posible por perder peso no se consigue y se aumenta de peso o bien se tienen serios problemas para perderlo* aún y teniendo unos hábitos saludables entonces es importante descartar que no se trate de un problema de tiroides.*(nos referimos a personas que intentan perder peso exclusivamente con dietas y no con técnicas como el Balón Intragástrico, Método POSE o Método Apollo que propician una pérdida de peso inicial considerable)Exposición a sustancias químicas: Algunas investigaciones concluyen que la exposición a químicos disruptores endocrinos (EDC) en una etapa temprana de la vida puede aumentar el riesgo de ciertos cánceres; El bisfenol A (BPA) puede ser uno de estos productos químicos. Ahora, un equipo de la Universidad de Tufts ha descubierto una razón más para evitar la exposición prenatal o perinatal al BPA: puede causar aumento de peso más adelante en la vida.Según los autores de ese estudio "Cuando un feto o un bebé se expone a sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, el punto de equilibrio del cuerpo es que el equilibrio entre la energía en calorías quemadas y la energía que se quema se altera irreversiblemente".Eso significa optar por alimentos frescos en conserva,  evitar las botellas de agua de policarbonato y no calentar los alimentos en recipientes de plástico....

No hay duda de que algunas personas aumentan de peso cuando inician la toma de medicamentos antidepresivos.No obstante, los medicamentos antidepresivos no son los únicos "culpables" de favorecer el aumento de peso. La propia enfermedad de la depresión trae consigo determinados factores (apatía, falta y /o aumento de apetito de forma alternativa, sedentarismo, etc..) que favorecen el sobrepeso.Y a la inversa sucede algo similar. El sobrepeso afecta al estado de ánimo, a la autoestima y en general a tener un deterioro en determinados aspectos relacionados con la calidad de vida de quienes padecen un exceso de peso, que a su vez favorece la depresión y predispone a seguir cogiendo peso.Recientemente, un nuevo estudio llevado a cabo en Reino Unido ha aportado más datos sobre la relación entre medicamentos antidepresivos y obesidad.De este modo, el estudio analizó los datos de 136.762 hombres y 157.957 mujeres con tres o más registros de índice de masa corporal (IMC).De ellos el 13% de los hombres y el 22,4% de las mujeres empezaron a tomar antidepresivos (por prescripción médica) durante el año de inicio de la investigación.La incidencia de aumento de peso entre quienes tomaban antidepresivos fue de un 11,2% mientras que entre los que no tomaban fue de un 8,1%. esto durante el primer año, en años posteriores aumentaba más la diferencia.Por lo tanto,  la conclusión del estudio fue que parece haber un aumento leve de peso asociado con la prescripción de antidepresivos, que puede persistir con el tiempo y que aumenta durante el segundo y tercer año de tratamiento.Dada la frecuencia con la que se prescriben antidepresivos, se podría argumentar que la contribución de los antidepresivos a la epidemia general de obesidad (especialmente en adultos) puede ser mayor de lo que se creía anteriormente.En todo caso, los pacientes a los que se les receten antidepresivos deben controlarse cuidadosamente para determinar el aumento de peso y es posible que se requieran medidas preventivas si se nota un aumento de peso.*Datos del estudio publicado en BMJ (British Medical Journal)...

El 19 de Mayo es el Día Europeo de la Obesidad y uno de los principales objetivos de este día es el de luchar contra los prejuicios que existen en relación a la obesidad.Los prejuicios en relación a las personas que viven con obesidad amenaza la salud, genera desigualdades en la salud e interfiere con los esfuerzos efectivos de intervención de la obesidad. La obesidad a menudo se percibe entre los pacientes y la sociedad como una opción de estilo de vida, lo que a su vez puede disuadir a muchos pacientes de buscar consejo médico.La comunicación es el primer paso clave para abordar el estigma. Los profesionales de la salud pueden marcar una diferencia real para ayudar a reducir los prejuicios que existen en relación a la obesidad.  Es importante que los profesionales  médicos tomemos conciencia de ello y tanto los que están especializados con el tratamiento de la obesidad como los que no lo están directamente, empaticen con los pacientes que viven con obesidad y aborden las preocupaciones de los pacientes obesos. En estos momentos en los que la obesidad se ha convertido en una epidemia, es fundamental desarrollar un conocimiento crítico de la obesidad como una enfermedad.En paralelo también es importante que las propias personas afectadas de obesidad reconozcan este exceso de peso como una enfermedad y que por tanto para tratarla lo más recomendable es acudir a especialistas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.Otro aspecto clave es informar de que incluso pequeñas pérdidas de peso pueden tener importantes beneficios para la salud y que en ningún caso, la obesidad favorece a nuestro estado de salud.En la actualidad contamos con más opciones que nunca para tratar la enfermedad. Las técnicas endoscópicas se han convertido en una opción intermedia entre las dietas (que a menudo no son suficientes para tratar la obesidad) y la cirugía de la obesidad. De este modo, tratamientos como el balón ingerible, balón intragástrico, método pose o método apollo, todos ellos endoscópicos, sin necesidad de intervenir al paciente, se han convertido en una opción efectiva y de bajo riesgo para tratar la pérdida de peso en una o en varias etapas.Desde Gastrum nos unimos a la celebración del Día Mundial de la Obesidad aportando desde este blog nuestro granito de arena en la difusión de informaciones relacionadas con esta enfermedad....

A medida que aumenta el porcentaje de población con sobrepeso y obesidad también aumenta el número de obesos graves o mórbidos. La obesidad mórbida es una condición de salud grave que resulta de un índice de masa corporal anormalmente alto.Una persona con obesidad mórbida puede tener dificultades para realizar las funciones diarias, como caminar y respirar, y tiene un mayor riesgo de tener muchos problemas de salud graves.En teoría, cualquier persona puede acabar teniendo obesidad mórbida. Para que alguien gane peso y se vuelva obeso mórbido, debe consumir más calorías de las que su cuerpo puede quemar y usar. El cuerpo almacena las calorías innecesarias como grasa.A medida que se consumen más y más calorías, las reservas de grasa se hacen más grandes, lo que lleva a la obesidad o, en el peor de los casos, a la obesidad mórbida.Algunos aspectos sobre la obesidad mórbida:.Se caracteriza por tener una cantidad extrema de exceso de grasa corporal..Se diagnostica con un examen físico más algunas preguntas básicas..Para la mayoría de las personas, la obesidad mórbida se puede prevenir y se puede revertir..Aquellas personas que padecen un problema de obesidad mórbida corren un mayor riesgo de desarrollar serios problemas de salud..Se considera obesidad mórbida cuando una persona tiene cantidades extremas de exceso de grasa corporal y un índice de masa corporal o un IMC mayor de 35..Cuando una persona es mórbidamente obesa, tiene un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y de una larga lista de enfermedades y afecciones que afectan directamente a su calidad de vida.¿Cómo se diferencia la obesidad mórbida de la obesidad?Una persona puede ser obesa sin ser considerada mórbidamente obesa. Una persona que es obesa tiene un IMC de 30 o superior. Una persona obesa tiene una mayor posibilidad de desarrollar:diabetesaccidente cerebralenfermedades del corazónhipertensiónartritisalgunos tipos de cánceresLa obesidad mórbida ocurre cuando una persona alcanza un nivel de obesidad que aumenta en gran medida las posibilidades de desarrollar una de estas condiciones.Estas condiciones a menudo se conocen como comorbilidades y son responsables de causar discapacidades o incluso la muerte.Factores de riesgoSi bien casi cualquier persona puede padecer obesidad mórbida, ciertos factores ponen a la persona en mayor riesgo que otros.Estos incluyen los siguientes:Factores genéticos: algunas investigaciones indican que las personas con antecedentes familiares de obesidad u obesidad mórbida tienen más probabilidades de llegar a ser obesas mórbidas.Hábitos personales: la comida que una persona elige comer y el nivel de actividad de una persona afectan si tienen sobrepeso o son obesos.Factores mentales: el estrés y la ansiedad pueden hacer que alguien aumente de peso, ya que pueden hacer que el cuerpo produzca más cortisol, la hormona del estrés. El cortisol conduce al almacenamiento de grasa y al aumento de peso.Hábitos de sueño: la falta de sueño puede ser otro factor que contribuya al aumento de peso.Ser mujer: muchas mujeres tienen problemas para perder peso durante el embarazo y son propensas a aumentar de peso durante la menopausia.Ciertos problemas médicos: algunos problemas médicos pueden causar obesidad, como el síndrome de Cushing o el síndrome de Prader-Willi.Algunos medicamentos: los antidepresivos y los betabloqueantes son solo algunos de los medicamentos que pueden causar aumento de peso.Envejecimiento: a medida que los adultos envejecen, la desaceleración del metabolismo y el estilo de vida sedentario  puede aumentar la probabilidad de que las personas aumenten de peso....

Si bien la principal causa de la obesidad son unos hábitos alimenticios poco saludables, esta no es ni de lejos la única causa que predispone a la obesidad.De hecho en el campo médico los que nos dedicamos profesionalmente al tratamiento del sobrepeso y la obesidad siempre hemos argumentado que se trata de una enfermedad multifactorial y que son muchas las variables que propician una mayor predisposición a acumular kilos de más.Recientemente, un nuevo informe llevado a cabo por la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia, ha demostrado que determinadas substancias como el Bisfenol A, (un compuesto que puede encontrarse en una gran cantidad de productos que usamos en nuestro día a día) o el Triclosan son disruptores endocrinos que influyen en nuestro organismo provocando una mayor predisposición a la obesidad.Además, otra investigación publicada en Toxological Science concluye que la exposición a este tipo de "disruptores endocrinos" también influyen en otros problemas de salud como la infertilidad, la diabetes tipo 2, y la obesidad. Para ser más precisos, otro estudio publicado en Environmental Health Perspectives confirma que la exposición a bajas dosis de PFOA (ácido perfluoroctánico) de una mujer embarazada aumenta hasta 3 veces la posibilidad de que su hijo/a sufra obesidad en el futuro.Otra investigación publicada  en el International Journal of Environmental Research and Public Health, señala que estos disruptores endocrinos que predisponen a la obesidad suelen encontrarse también en los pesticidas.En definitiva, es obvio que ésta no es tampoco la única causa por la que una persona pasa a tener obesidad, pero también es evidente que son muchos los factores que influyen. No es sólo lo que comemos, sino cómo lo comemos, que estilo de vida llevamos, cómo nos relacionamos con los demás incluso hay estudios que demuestran que vivir en determinados barrios o zonas puede predisponer a una mayor obesidad al invitar a llevar una vida más sedentaria (ascensor, moverse en coche, etc..) el modo en que una persona se enfrenta a problemas, en definitiva la lista es larga...

En España ser hombre y tener más de 40 años es un factor de riesgo a la hora de tener sobrepeso, obesidad general y obesidad abdominal; un factor que además aumenta en aquellos casos en los que la actividad física es inferior a 150 minutos a la semana. De este modo, el porcentaje de población masculina con sobrepeso y obesidad ha ido aumentando en las últimas décadas año tras año.Cabe destacar que cuando se habla de obesidad no sólo debe tenerse en cuenta la obesidad generalizada sino también la obesidad abdominal, un tipo de obesidad que se caracteriza por estar localizada en la zona del abdomen y que se asocia a un incremento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares así como diferentes tipos de cáncer entre los que destaca el cáncer de colon. En concreto para este tipo de tumor, diferentes estudios demuestran que la obesidad abdominal supone un riesgo de un 52% más de padecer cáncer de colon.Si a todo esto sumamos que el la obesidad abdominal (generalmente más común entre los hombres), también se relaciona con un aumento de posibilidades de sufrir un ictus, nos encontramos con un perfil - Hombre- Mayor de 40 años- con sobrepeso/obesidad u obesidad abdominal - que supone un riesgo grave para la salud.En este caso, técnicas como el Balón Intragástrico o el Método POSE suelen funcionar muy bien por varios motivos:. Se trata de técnicas endoscópicas que no requieren cirugía, algo que para muchas personas es un punto fundamental el hecho de no pasar por quirófano.. Si bien en todo procedimiento médico pueden darse complicaciones, estas dos técnicas son de un nivel de riesgo muy bajo sin prácticamente complicaciones asociadas.. Al ser técnicas endoscópicas la recuperación del paciente es muy rápida por lo que no supone un "parón" en la actividad diaria.. Al reducirse el tamaño del estómago (Método POSE) o al ocuparse parte del mismo (Balón Intragástrico) se facilita una sensación de saciedad que ayuda a comer menos, picar menos entre horas, beber menos (no debemos olvidar que el alcohol contribuye al sobrepeso), etc...