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Que la obesidad es una enfermedad multifactorial es un hecho. La obesidad no es motivo de una sola causa sino de muchas. Una de ellas es el entorno que nos rodea. La sociedad ha cambiado mucho en las últimas décadas. Estos cambios han favorecido, en parte, el aumento de la obesidad y contribuyen a que se ingieran más calorías de las necesarias. Estos son algunos de los motivos: .- Snacks: Todo lo que ingerimos de más son calorías de más.  Por ejemplo si comemos una bolsa de patatas fritas comiendo o a media tarde esas calorías no las comeremos de menos en la cena, es decir, serán calorías de más. .- Tamaño de las porciones: Los tamaños de las porciones tanto de comidas como de bebidas han aumentado muchisimo en los últimos años. No hay más que ver cómo de grandes son los vasos de bebidas azucaradas que podemos encontrar en cualquier establecimiento de comida rápida. .- Mayor disponibilidad de alimentos ultraprocesados. Estamos hablando de dulces, galletas, snakcs, patatas fritas, y refrescos, con alto contenido calórico pero carentes de nutrientes. .- Nos hemos alejado de la cocina casera. Más de la mitad de nuestras calorías provienen de fuera de casa. Estos platos precocinados tienden a tener más grasa y azúcar que los alimentos caseros..- .- Menor práctica de actividad física: Un mayor acceso a transporte público y a la utilización del coche para desplazamientos han hecho que cada vez caminemos menos y por lo tanto se queman menos calorías. La menor quema de calorías pero comiendo la misma cantidad de alimentos aumenta las probabilidades de tener sobrepeso. Todos estos factores aunque parezcan ajenos a nuestro día a día, no lo son y favorecen que no podamos mantener unos hábitos saludables como deberíamos. En cualquier caso, los tratamientos para combatir el sobrepeso y la obesidad están justo para esto, para ayudarte a cambiar los hábitos, a que las porciones sean menores, a que no te apetezca "picar entre horas" cualquier snack, a ayudarte y motivarte a incrementar tu actividad física y mucho más...

Según un estudio del Murdoch Childrens Research Institute (Australia) existen  3 factores  que pueden predecir si un niño sano tendrá sobrepeso u obesidad en la adolescencia. La investigación publicada en el International Journal of Obesity también muestra que los niños con sobrepeso u obesidad entre las edades de 2 y 5 años tienen una probabilidad extremadamente baja de resolver sus problemas de sobrepeso en la adolescencia cuando estos tres predictores de riesgo ya están presentes. Así, el índice de masa corporal (IMC) de la madre y el niño (a partir de los 6-7 años en particular) así como el nivel de educación de la madre parecen predecir el desarrollo o la solución de los problemas de peso de los adolescentes. El estudio rastreó datos de altura y peso, así como otros 23 marcadores clínicos posibles, incluida la duración de la lactancia materna y la actividad física a diferentes edades desde la infancia en 3.469 bebés participantes seguidos desde el nacimiento y 3.276 niños que participaron en el Estudio longitudinal de niños australianos. Las conclusiones obtenidas fueron: .- Por cada unidad adicional de IMC en niños de 6 a 7 años se multiplica por 3 el riesgo de sobrepeso a la edad de 14 a 15 años y reduce a la mitad las posibilidades de volver, a la misma edad, con un peso saludable; .- Por cada unidad adicional de IMC en la madre cuando el niño tiene 6-7 años aumenta su riesgo de tener sobrepeso en un 5% a los 14-15 años y reduce en aproximadamente un 10% sus posibilidades de recuperar un peso saludable; .-Los hijos de madres con título universitario tienen menor riesgo de obesidad y mayor probabilidad, cuando tienen sobrepeso entre los 2 y 5 años, de recuperar un peso saludable en la adolescencia. Indirectamente, el nivel de educación de una madre afecta la dieta y las opciones de ejercicio de la familia. Estos 3 marcadores parecen ser los más sensibles para predecir el riesgo de sobrepeso y obesidad en la adolescencia. Sorprendentemente, factores como la mala alimentación, la escasa actividad física y otros factores del estilo de vida no predicen los resultados del peso de los adolescentes de manera tan específica. Las conclusiones del estudio son importantes porque estos 3 factores predictivos podrían ayudar a los médicos y pediatras a predecir qué niños tienen riesgo de desarrollar sobrepeso y dar consejos a los padres. Como muestra el estudio, los niños que tienen sobrepeso u obesidad a la edad de 2 a 5 años tienen pocas posibilidades de resolver sus problemas de peso en la adolescencia cuando estos factores de riesgo están presentes. Teniendo en cuenta que la  obesidad se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y mortalidad prematura y durante generaciones vale la pena prevenir y poner barreras al sobrepeso cuanto antes mejor. En este sentido, la ayuda de profesionales en nutrición puede ser clave para reconducir un problema de sobrepeso u obesidad. Consulta con nuestro equipo médico de Espacio Gastrum cualquier aspecto relacionado con el tratamiento del sobrepeso y/o la obesidad....

Las formas médicamente contrastadas a la hora de adelgazar son: Reduciendo calorías Comiendo alimentos saludables Practicando ejercicio Pero, además de esto hay otras muchas cosas que puedes hacer para luchar contra los kilos de más que no tienen que ver con comer mejor y hacer ejercicio. Te explicamos cuáles para que las incorpores en tu rutina diaria: ¡Dormir! La mayoría de nosotros no dormimos lo suficiente, lo que eleva los niveles de cortisol, leptina y grelina, lo que te hace desear alimentos ricos en calorías. Además, dormir mal literalmente cambia las células grasas, lo que hace que sea casi imposible perder peso. Dormir en exceso tampoco ayuda. Para que el sueño sea reparador y no incida en nuestro peso, la duración óptima es de entre 7-9 horas todos los días. Dormir sin luz ¿Tu habitación está lo suficientemente oscura por la noche? Incluyendo todas las fuentes de luz naturales y artificiales, incluido el brillo del teléfono móvil, luces de la calle, etc…. La luz, especialmente la luz azul (piense en iPads y demás), interrumpe nuestro ritmo circadiano, perturba el sueño e incluso puede influir en que comamos más durante el día. Orden y cuidado a la hora de comer Al parecer, según diferentes estudios, comer en espacios desordenados nos hace comer más de la cuenta. Tómate tu tiempo en tener un lugar para comer ordenado y agradable que invite a hacerlo de forma más pausada y siendo más conscientes de aquello que ingerimos. Frío mejor que calor: Baja el termostato Parece que las temperaturas frías no solo te hacen sentir bien, sino que te ayudan a perder peso. Elfrío obliga a nuestro cuerpo a trabajar más duro, lo que estimula el metabolismo. Pasea por espacios verdes Al parecer, pasar tiempo en medio de la vegetación conduce a un peso corporal más bajo. Incluso una escapada corta de fin de semana o un paseo matutino por el parque pueden sumar! Evita la contaminación La contaminación ralentiza nuestro metabolismo, lo que hace que sea más fácil aumentar de peso. Aprovecha los rayos de sol, eso sí, con protección En ausencia de luz solar adecuada, la glándula hipotálamo se desequilibra, lo que hace que deseemos más carbohidratos. La luz solar reduce los niveles de vitamina D, lo que hace que aumentemos de peso. Dejemos que nuestros cuerpos tomen el sol durante al menos 20 minutos todos los días.   Como vemos, son muchos los "detalles" que cuentan a la hora de ayudarnos a perder peso. En cualquier caso, nuestro equipo médico estará encantado de ofrecerte más consejos para perder peso. Consúltanos solicitando cita informativa gratuita....

La obesidad infantil no ha hecho más que crecer en las últimas décadas. En la actualidad, en Andalucía, a pesar de que en los últimos años se ha estabilizado, tres de cada diez niños tienen problemas de sobrepeso y obesidad. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de los niños con obesidad? Riesgos psicosociales El niño o adolescente con sobrepeso puede ser objeto de burlas desde una edad temprana y puede sentirse socialmente excluido. Esto puede provocar una disminución de la confianza en uno mismo (especialmente en los adolescentes), un alto riesgo de problemas de conducta, abandono escolar o dificultades de aprendizaje. La ansiedad, el rechazo y la baja autoestima también pueden estar en el origen de conductas adictivas o trastornos alimentarios (TDA) que contribuyen al agravamiento de la obesidad. Riesgos médicos Además no deben pasarse por alto las consecuencias físicas a largo plazo. Los niños obesos tienen más probabilidades de seguir siendo obesos hasta la adolescencia y la edad adulta. Luego se exponen a varias enfermedades, según la edad a la que se desarrolló la obesidad y su duración: -riesgo de resistencia a la insulina (a menudo una señal de advertencia de diabetes) -aumento del riesgo de anomalías en el colesterol y / o triglicéridos en sangre -mayor riesgo de hipertensión o asma, -mayor riesgo de trastornos del sueño (apnea obstructiva del sueño, ronquidos, somnolencia, despertares nocturnos), riesgo de trastornos musculoesqueléticos (dolor, etc.), -mala tolerancia al ejercicio (dificultad para respirar, etc.). Aemás, en la edad adulta corre el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (cáncer de endometrio, cáncer de mama o cáncer de colon). El exceso de peso también tiene consecuencias morfológicas y estéticas (estrías, ginecomastia, sudoración excesiva, etc.) que pueden ser fuente de sufrimiento físico y psicológico para niños y adolescentes. ¿Mi hijo es obeso? ¿Debo ponerlo a dieta? A dieta como tal no!. Lo que se debe hacer, con la ayuda de especialistas en nutrición, es fomentar el cambio de hábitos alimenticios hacia uno más saludable y por supuesto incentivar la práctica de ejercicio físico. Uno de los principales factores de las cifras de obesidad infantil actuales es la falta de ejercicio físico.   En Espacio Gastrum apostamos por la nutrición pediátrica y por la reeducación nutricional tanto del niño como de su entorno para cambiar los comportamientos alimentarios que se han instaurado y que distan mucho de una conducta saludable. Solicita cita informativa gratuita sin compromiso....

El azúcar puede llegar a ser una droga para muchas personas. Para entenderlo es necesario entender cómo funciona una adicción. Existen dos tipos de adicciones: Unas que se vinculan a una sustancia (drogas, alcohol, etc..) Otro tipo de adicciones conductuales que no tienen origen en el consumo de una sustancia (videojuegos, compra compulsiva, etc..) En ambos casos, el elemento central es la pérdida de autocontrol, que debe identificarse de acuerdo con una serie de criterios de diagnóstico que son: 1).- Un deseo convincente e incontenible de consumir una sustancia. 2).- El deseo persistente o esfuerzo para detener o limitar el consumo. 3).- El consumir más de lo que quieres: por ejemplo, para el alcohol, es la persona que dice que beberá uno o dos vasos, y que finalmente se bebe una botella. Volviendo al azúcar, en la mayoría de casos se dan estos tres criterios. ¿En qué se diferencia la adicción al azúcar de otros tipos de adicción? La diferencia es precisamente por los criterios de diagnóstico: cuanto más son, más dependencia se pronuncia. En el caso del azúcar, así como del alcohol o el tabaco, la mayoría de los afectados tienen adicciones moderadas. Aún y así es importante destacar que el azúcar tiene un potencial adictivo tan grande como las drogas más adictivas en los seres humanos - alcohol, cocaína, heroína, etc. Ahora se sabe que el consumo crónico y prolongado de azúcar conduce -como con otros fármacos- a cambios biológicos duraderos en el cerebro. Esta adicción es la que explica en parte la epidemia actual de obesidad a nivel mundial. Los cambios producidos en las últimas décadas a nivel alimentario, con abundancia de productos industriales ricos en azúcares añadidos ha propiciada una adictiva pérdida de control en una buena parte de la población que consume más azúcar de lo que sería saludable. Si a lo anterior añadimos que la combinación “grasa y dulce” crea un poderoso estímulo del sabor que activa un circuito de recompensa en nuestro cerebro* nos encontramos con una peligrosa espiral por la preferencia de productos poco saludables con alto contenido de azúcares. Los peligros del azúcar para nuestra salud El consumo de azúcar, además de incorporar calorías de más y propiciar el sobrepeso tiene una relación directa con la predisposición a tener diabetes tipo 2 e hipertensión alta (el azúcar influye aún más que la sal a la hora de favorecer la hipertensión). Por ello,  debemos estar muy atentos a la hora de interpretar las etiquetas de todo aquello que consumimos y vigilar cuál es el consumo diario de azúcar que estamos teniendo. Si tienes dudas sobre cuánto azúcar estás consumiendo, cómo podrías reducirlo, qué alimentos debes evitar y cuáles potenciar o cualquier otro aspecto relacionado con tu dieta, no dudes en visitarnos en Espacio Gastrum en Almería o en nuestras consultas en  Almería y Granada y  para que nuestros profesionales en nutrición y dietética pueden ayudarte a reducir su consumo....

Envejecimiento y obesidad Cada vez son más los estudios médicos que apuntan a  la idea de que los efectos de la obesidad en nuestra salud son similares a los del envejecimiento. En  concreto esta investigación fue desarrollada para ayudar a entender cuáles son los efectos graves y a veces irreversibles de la obesidad a la vez que invita a reflexionar sobre el enfoque de la enfermedad. ¿Debemos repensar completamente el enfoque de la obesidad? Hasta ahora se han desarrollado varios ejes para comprender mejor y combatir la enfermedad: el enfoque dietético y físico, por supuesto, pero también los enfoques psicológicos que consideran la obesidad como una verdadera adicción a los alimentos. Este nuevo enfoque (biológico) argumenta que la obesidad también puede considerarse, o incluso tratarse, como envejecimiento prematuro dado que los mecanismos por los cuales se desarrollan las comorbilidades de la obesidad y el envejecimiento son muy similares.   Y es que la obesidad predispone a enfermedades potencialmente mortales que se observan "normalmente" personas de la tercera edad. Con marcadores similares, incluyendo un sistema inmunitario debilitado, deterioro cognitivo, mayor incidencia de diabetes tipo 2, enfermedad de Alzheimer, enfermedades cardiovasculares, cánceres y otras enfermedades , comúnmente descritas como "relacionadas con la edad".   Para llegar a esta conclusión los investigadores examinaron más de 200 estudios sobre los efectos de la obesidad, a nivel celular, tisular y de órganos.   La obesidad es un factor que acelera directamente los mecanismos del envejecimiento, incluyendo los procesos de muerte celular y el mantenimiento de células sanas (apoptosis y autofagia).   A nivel genético, también, la obesidad influye en una serie de alteraciones asociadas con el envejecimiento, incluyendo el acortamiento de telómeros (secuencias repetitivas de ADN no codificante del cromosoma que protegen de cualquier daño ) que se encuentran en los extremos de los cromosomas hasta el punto de que los telómeros en pacientes obesos pueden ser un 25% más cortos que los observados en personas sanas.   La obesidad, al igual que el envejecimiento, acelera el deterioro cognitivo, afecta la movilidad, aumenta la presión arterial alta y el estrés.   La obesidad juega un papel clave en la lucha del cuerpo contra las enfermedades relacionadas con la edad. La obesidad acelera el envejecimiento del sistema inmunitario apuntando a diferentes células inmunes, y la posterior pérdida de peso no siempre revertirá el proceso.   Los efectos de la obesidad en el sistema inmunitario afectan la vulnerabilidad a enfermedades como la gripe, que a menudo afecta a pacientes obesos a un ritmo más alto que los sujetos de peso normal. La obesidad también aumenta el riesgo de sarcopenia, una enfermedad generalmente asociada con el envejecimiento que se caracteriza por una disminución gradual de la masa muscular y la fuerza.   Por último, las personas obesas son más vulnerables a enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Alzheimer y varios tipos de cáncer. En Espacio Gastrum somos especialistas en tratar el sobrepeso y la obesidad por lo que ante cualquier problema de sobrepeso no dudes en contactarnos para que podamos valorar tu caso sin compromiso. Solicita cita informativa gratuita....

  El estrés, según su definición científica, es la reacción del cuerpo a la "agresión" física o psicológica de un elemento externo (una situación, un shock, etc.). Durante esta reacción, las glándulas suprarrenales comienzan a secretar cortisol, también llamada hormona del estrés. Cuando los niveles de cortisol son crónicamente altos, puede promover el aumento de peso al almacenar grasa más fácilmente. Cuando estamos estresados, solemos comer más o menos bien. Ya sea porque no tenemos el tiempo o la energía para cuidarnos y preprar una comida saludable, o porque buscamos consuelo recurriendo a alimentos grasos o dulces, o porque tenemos menos hambre y  vamos "picando" a lo largo del día en lugar de hacer comidas "reales". Por tanto, existe una relación entre el estrés y el aumento de peso, en cualquier caso del tejido graso, especialmente en el abdomen. Pero además es importante destacar que hay una asociación bidireccional: las personas con sobrepeso severo son más propensas al estrés. El sobrepeso y la obesidad provocan más estrés Por un lado, porque los inconvenientes psicológicos de la obesidad son reales. Pensamos en la baja autoestima, la culpa, el sentimiento de exclusión, el cansancio por la condición física y las dietas restrictivas, el sentimiento de fracaso y el desánimo cuando la dieta y las buenas intenciones fallan ...

Una mala alimentación, excesos y hábitos perjudiciales pueden llevarnos a una mala condición física en poco tiempo y a coger unos kilos de más que poco a poco se van acumulando sin darnos cuenta. Por ello, debemos poner remedio y si queremos perder peso es imprescindible seguir una dieta equilibrada  pero también practicar algo de ejercicio físico regularmente. A continuación  os damos algunas ideas que trasladamos a nuestros pacientes dentro de las acciones  y el programa a realizar en el cambio de hábitos que se persiguen para la pérdida de peso Por ejemplo, siendo realistas, si no dispones de mucho tiempo o simplemente si no te resulta atractivo el practicar un deporte concreto, bastará con pequeñas cosas que te ayudarán a mantenerte activo y a que la pérdida de peso sea más efectiva. Entre ellas, . Caminar al menos 30 a 45 minutos al día. Sería “lo mínimo” que debes hacer para ayudar en la pérdida de peso y para mantenerte más activo. . Si además puedes hacer alguna otra actividad como nadar o bicicleta ,un par de veces por semana, te ayudará a quemar más y tonificarte . Correr es una excelente opción si quieres perder peso pero antes de hacerlo procura que alguien que sepa del tema controle como te desplazas, cómo es tu pisada etc….  para evitar daños en las articulaciones y sobre todo empieza poco a poco sin demasiadas ambiciones adaptando tu ritmo a tu capacidad pulmonar y llegando sólo hasta donde puedas. . Si prefieres una opción divertida a la vez que saludable bailar es tu deporte. Existen muchos tipos de bailes que puedes practicar y sin darte cuenta ir quemando calorías a la vez que haciendo ejercicio. Para conseguir más beneficios, debemos seguir estos consejos:       Bebe 2 litros de agua al día e hidratarse mientras hacemos ejercicio físico       Evita usar transportes para distancias cortas y prueba a ir andando       Sube las escaleras mejor que coger el ascensor       Se constante      Aumenta la dificultad de los ejercicios a medida que vayas avanzando (más piscinas, más kilómetros andando, más tiempo en bici…)   Más consejos sobre cómo adelgazar de un modo efectivo y sano, contacta con nuestros especialistas médicos de ESPACIO GASTRUM, un espacio dedicado al cuidado de la salud y sobrepeso....

Estamos de lleno en la primavera y el verano está a la vuelta de la esquina. El buen tiempo es ya una rutina del día a día, por tanto es un buen momento para empezar la famosa Operación Bikini. No se trata de una operación milagrosa ni de trucos mágicos sino que son consejos proporcionados por nuestro equipo médico. Es importante aclarar que se trata de unos consejos que pueden permitir rebajar algunos kilos de más adquiridos durante el invierno y que tienen el afán de depurar las grasas acumuladas. Si el problema del sobrepeso u obesidad persiste emntonces puede ser recomendable el recurrir a técnicas como el balón ingerible, balón intragástrico o método apollo, entre otras, diseñadas para ayudar a modificar los hábitos alimenticios. Cómo hemos dicho anteriormente, existen alimentos con la capacidad de depurar el cuerpo. Es decir, eliminar toxinas y grasas de forma lenta pero progresiva -no olvidemos que aún tenemos un amplio margen de tiempo para el verano-. En este listado de alimentos depurativos debes incluir: Verduras: Alcachofas, calabacines, coles, berros, brócoli y espárragos. Y es que prácticamente todas las hortalizas y verduras, en mayor o menor medida son depurativas por lo que es básico que incorpores verduras , ya sea cocinadas al vapor o en forma de puré. Ensalada: Comer una ensalada siempre es sano, y más si se incluyen alimentos como el pepino, endibias, apio y cebolla, ya que son diuréticos. Advertir que los excesos pueden ser malos, por lo que controla la cantidad y frecuencia de todos los alimentos ya que, por ejemplo, consumir pepino en exceso no es recomendable para estómagos delicados Adereza tus platos con perejil. Lleva mucho hierro, vitamina C y aporta una buena cantidad de minerales. Durante un tiempo deberás olvidarte de prácticamente cualquier postre. Podemos exceptuar la fruta. Si son frutas como las fresas, piña o cerezas mucho mejor ya que también te ayudarán en  el proceso de eliminación de toxinas. Las infusiones son un buen aliado para “desintoxicar” el organismo. Las mejores opciones: te verde, diente de león, poleo y menta. Puedes sustituir el arroz y la pasta normales por integrales. Empieza el día con un gran vaso de agua y añádele zumo de limón,  eliminarás toxinas de buena mañana. Evita el alcohol y las bebidas gaseosas.   Todo esto son alimentos que te ayudarán a seguir una dieta sana, pero además la dieta ha de ser equilibrada, respetar los turnos de comida y compaginar estos hábitos saludables con actividad física. Desde Espacio Gastrum, ubicado en el centro de Almería y como especialistas en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad recordamos la importancia que tiene el seguir la dieta mediterránea como base de nuestra alimentación, apostando por productos frescos que podemos encontrar en mercados como el Mercado de Almería . ...

Según un estudio* cuando las madres sufren estrés los hijos tienen más  posibilidades de ser obesos. En concreto el estudio realizado determinó que, en familias donde las mamás presentaban signos de estrés, la proporción de chicos con obesidad se duplicaba.   Los investigadores estudiaron una muestra de 90 niños de entre 1 y 18 años de edad, consideraron dos variables: la inseguridad alimentaria (la carencia o temer a la carencia futura de alimentos) y el grado de estrés de la madre, en función de factores físicos, económicos, familiares y mentales.    La proporción de chicos con obesidad fue del 9,89 por ciento en los hogares sin estrés y el doble, un 18,68 por ciento, en los hogares con estrés.   Otro factor que predispone a una mayor obesidad en los hijos es el hecho de padecer lo que se conoce como “inseguridad alimentaria”. La inseguridad alimentaria se da cuando la familia ha padecido en algún  momento carencia de alimentos o temor a esa carencia. Esto hace que a medida que aumenta el poder adquisitivo de esa familia, tienden a comprar más alimentos y a fomentar una mayor ingesta de comida. Es algo así como “comamos ahora  que podemos permitirnos todo esto porque no sabemos que puede ocurrir mañana” y este hecho hace que ese núcleo familiar sea más propenso a desarrollar obesidad.   Por otro lado aún siguen existiendo muchas creencias y mitos relacionados con el sobrepeso en los niños. “Mejor que esté así que no delgado”, así como conductas de los padres que alteran las señales de saciedad del niño “acaba el plato aunque no tengas hambre, come un poquito más”.   El sobrepeso y la obesidad deterioran el estado de salud de una persona en menor o mayor grado, pero es evidente que cuanto antes empiece el problema del exceso de peso mucho peor. Por ello es importante que tanto padres como pediatras vigilen de cerca el problema del sobrepeso en los niños evitando que ese sobrepeso acabe en obesidad.    Unos buenos hábitos alimenticios, un correcto equilibrio entre lo que se come y se quema y la práctica de ejercicio físico son suficientes para combatir la obesidad infantil.   * Según un Estudio realizado por la Sociedad Argentina de Nutrición ...